Se comenzó a construir en el año 1864, sobre los cimientos que en el mismo espacio ocuparon el primer oratorio y las tres capillas precedentes que sirvieron a los fieles desde 1798.
De estilo jónico romano, planta cuadrilonga, tres naves y dos torres, fue inaugurado al servicio litúrgico en septiembre de 1870. Su interior, muestra y cuida de importantes piezas de arte sacro, entre las que se destaca el Cristo del altar mayor, tallado en madera por las misiones jesuitas, con más de 400 años de antigüedad.
Las inigualables y sonoras campanas de su campanario fueron fundidas en Francia a durante la primera década del siglo XX.
En el atrio se muestra la campana del primer Oratorio, fundida en Ámsterdam, Holanda, en el año 1786 y que fuera la que llamó a duelo al momento del fusilamiento del Gobernador de Buenos Aires, Coronel Manuel Dorrego. Junto a la bicentenaria campana, también se exhibe la cruz que coronaba la última capilla demolida en el lugar y que señaló la Casa de Dios desde 1838 hasta 1864, año en que se demolió para dar lugar a la construcción del actual Templo.